Esa palabra tan espeluznante por la cual pasamos todos. Cúmulo de sentimientos y emociones que cambian cada instante. No sabes lo que quieres, no sabes que necesitar. Amores fugaces, amistades sin límites y noches de locura.
Gente cambiante sin ideas fijas, con una apariencia engañosa y con una fea verdad que la disimula. La originalidad se subasta y no se valora. La superficialidad se compra por millones.
Se busca a las musas, se les necesita, si las encuentras dales mi dirección, calle soledad sin vistas hacia el mar. Las busqué en las habitaciones donde habitaba la alegría y una hoja en blanco me dijo que ya no regresarían. Pero cuando la inspiración te falle y la imaginación no esté de tu lado, en ese insignificante instante, me convertiré en tu última musa.